Revista Estudios Avanzados 33, diciembre 2020: 61-64   ·   ISSN 0718-5014

 

Reseña

 

 

Smith, Patti. (2016). M Train. Barcelona, Lumen.

 

 

Algunas disquisiciones sobre la artista Patti Smith

 

Hace un par de días se dio a conocer la noticia de que la artista Patti Smith (1946) compró una casa en Francia que había pertenecido al poeta Rimbaud, hecho que se presenta como un acto simbólico en relación a las historias y recuerdos que menciona la misma cantante en su último libro autobiográfico M Train (2016).

Patti Smith, nacida en Chicago un 30 de diciembre del año 1946, es una artista que, además de ser una de las grandes exponentes del punk y el rock, es reconocida también en diferentes áreas como la poesía, el arte visual y la fotografía. Entre todas sus publicaciones es posible encontrar, dentro del ámbito musical, su primer álbum Horses (1975) y su autobiografía Éramos unos niños (2010).

En M Train, publicado en 2016 por Lumen, la multifacética artista relata cómo ha sido su vida a lo largo de los años y cómo aquello ha influido en la actualidad. Smith cuenta sobre su cotidianeidad —visitar diariamente el café ‘Ino, alimentar a sus gatos y recibir la correspondencia—, sobre sus sueños y proyectos, sus penas, sus hijos y amigos, todo mirado desde la experiencia de una mujer de casi 70 años. De esta manera, el libro está plagado de sentimientos que van apareciendo a medida que avanza el relato; en él se encuentran la melancolía, el amor y, ante todo, la soledad. Esta no es una soledad cualquiera —y es aquí donde se desarrolla un punto importante del libro—, sino que se trata de un aislamiento tranquilo y autocomprensivo. Ella se muestra fuerte, sabia y, más allá de su edad, jovial, mantiene las ganas de la mujer que revolucionó la manera de hacer punk en los años 70 y 80.

Por otra parte, además de sus múltiples anécdotas y recuerdos, Smith crea una obra-objeto, porque no solo la narración textual otorga información y sensaciones, al complementarse con fotos —en su mayoría de su propia autoría— que acompañan la lectura, estableciendo un diálogo entre dos formas de comunicación distintas: la visual y la verbal. De esta manera, tanto la escritura como sus imágenes, obtenidas con una polaroid, dan cuenta en conjunto de una sencillez que permite llenar el vacío que implica la soledad.

Dentro de la estructura del libro, me gustaría señalar que existen capítulos que muestran su visita a Casa Azul de Frida Kahlo o cómo ella se integra en la manifestación de Valencia para salvar el Barrio del Cabañal de la especulación inmobiliaria. Además, es posible señalar que asistimos al encuentro con el campeón mundial de ajedrez Bobby Fischer en su retiro en Reikiavik y sus reuniones como miembro del Continental Drift Club (Club de la Deriva Continental). Respecto al tratamiento del tiempo, conviene señalar su naturaleza nómada, porque en él busca reconstruir una casa desvencijada en Rochaway Beach —y que, en definitiva, es su sitio escogido como hogar.

Dicho todo lo anterior, podríamos destacar las siguientes citas:

 

—No es tan fácil escribir sobre nada. Lo decía un cowboy cuando me introduje en un sueño. Vagamente atractivo y parco en palabras, se mecía en una silla plegable y con su Stetson rozaba la pared exterior de color parduzco de una cafetería solitaria. Digo solitaria porque no había nada a su alrededor, aparte de un surtidor de gasolina anticuado y un oxidado abrevadero adornado con un collar de tábanos que colgaba sobre los restos de agua estancada. Tampoco había nadie más, pero a él no parecía importarle; se bajó el ala del sombrero sobre los ojos y siguió hablando. Era el mismo modelo Open Road plateado que solía llevar Lyndon Johnson. (Smith, 2016: 4)

 

Aquí se grafica la importancia de la relación suscitada entre el proceso del escribir y la autoría. Tal y como afirma Foucault, “la noción de autor constituye el momento fuerte de la individualización en la historia de las ideas, de los conocimientos, de las literaturas, también en la historia de la filosofía y la de las ciencias” (Foucault, 1999: 38), lo cual es importantísimo, dado que grafica la relación del texto con el autor, pues “el texto apunta hacia esa figura que le es exterior y anterior, al menos en apariencia” (Foucault, 1999: 39). Además, destacará el rol de la escritura ligada al sujeto, pues en ella “no funciona la manifestación o la exaltación del gesto de escribir; no se trata de la aprensión de un sujeto en un lenguaje; se trata de la apertura a un espacio donde el sujeto que escribe no deja de desaparecer” (Foucault, 1999: 39-40).

De esta manera, la escritura se habría “liberado” del tema de la expresión autoral. Por otro lado, destacará la importancia del parentesco de la escritura con la muerte, pues ella borra “los caracteres individuales del sujeto que escribe; mediante todos los ardides que establece entre él y lo que escribe, el sujeto que escribe despista todos los signos de su individualidad particular” (Foucault, 1999: 40). Todo esto ilustrará la muerte del autor, que nos remitirá directamente la noción de obra, pues ella deberá analizarse “en su estructura, en su arquitectura, en su forma intrínseca y en el juego de sus relaciones internas” (Foucault, 1999: 41). Además, la “‘obra’ y la unidad que designa son tan probablemente tan problemáticas como la individualidad del autor” (Foucault, 1999: 42). Destaca asimismo la noción de escritura, porque “bloquea la constatación de la desaparición del autor y retiene de alguna manera al pensamiento al borde de esa borradura; con sutileza, preserva todavía la existencia del autor” (Foucault, 1999: 42).

Conviene entonces que sigamos recogiendo citas para dar cuenta de cómo Smith es una artista en el más amplio sentido de la palabra:

 

—Pero seguimos adelante —continuó—, abrigando toda clase de esperanzas demenciales. Para redimir lo perdido, un fragmento de revelación personal. Es algo adictivo, como jugar a las máquinas tragaperras o al golf.  —Es mucho más fácil hablar de nada —dije yo. No ignoró del todo mi presencia, pero no respondió. —Bueno, al menos esta es mi opinión. —Estás a punto de dejarlo estar y tirar los palos al río cuando le pillas el truco, la pelota va directa al hoyo y las monedas llenan tu gorro vuelto del revés. (Smith, 2016: 5)

 

Vemos cómo conducir la comprensión del status del discurso: el nombre del autor no es lo mismo que el nombre propio. Y, tal como afirma Foucault respecto a la función del autor, “es pues característica de existencia, circulación y de funcionamiento de ciertos discursos en el interior de una sociedad” (Foucault, 1999: 46). De allí que se deriven las características que nominaremos: (a) los objetos de apropiación; (b) la relación de apropiación; (c) la relación de distribución, y (d) la posición del autor del autor en el libro. Ya las resume Foucault (1999) de la siguiente manera:

 

la función-autor está ligada al sistema jurídico e institucional que circunscribe, determina, articula el universo de los discursos; no se ejerce uniformemente y de la misma manera en todos los discursos, en las épocas y en todas las formas de civilización; no es definida por la atribución espontánea de un discurso a su producto, sino por una serie de operaciones específicas y complejas; no remite pura y simplemente a un individuo real, puede dar lugar simultáneamente a varios ego, a varias posiciones-sujeto que diferentes clases de individuos puede ocupar. (Foucault, 1999: 52)

 

Además, resulta especialmente atractivo el uso conjunto de texto e imagen fotográfica. M Train es capaz de revelar y provocar; así, no sería gran noticia que Patti Smith haya comprado la casa de Rimbaud. Simplemente es un hecho que se adhiere a su relato y que confirma su pasión, fortaleza y dedicación. Considero necesario señalar, sin embargo, que es importante profundizar en algunos elementos; por ejemplo, cómo perdura una relación con otros de sus libros, mediada por sus viajes a Japón, México, Marruecos o Islandia; de su relación  con  Robert  Mapplethorpe, autor  de  la  mítica foto de la  portada de Horses; de su

matrimonio con Fred Sonic Smith, guitarrista de la banda MC5 y fallecido en 1994; de sus dos hijos y de su retirada de los escenarios para dedicarse a su familia hasta su vuelta un año después de enviudar.

 

 

Bibliografía

 

Foucault, M. (1999). “¿Qué es un autor?”. En Obras esenciales. Vol. 1. Barcelona, Paidós, 1999.

 

Smith, P. (2016). M Train. Barcelona, Lumen.

 

 

 

Alfredo Eduardo Fredericksen Neira

Investigador independiente

Santiago de Chile, Chile

ORCID 0000-0002-1825-5947

alfredericksen@gmail.com

 

 

 

*   *   *

 

Recibido: 14/02/2018

Versión final recibida: 10/09/2020

Aprobado: 10/09/2020