Gravitación de las concepciones geopolíticas confrontativas: las revistas especializadas de las Fuerzas Armadas argentinas, 1970-1983

Revista Estudios Avanzados 38, junio 2023: 54-68. DOI ISSN 0718-5014

 

Gravitación de las concepciones geopolíticas confrontativas: las revistas especializadas de las Fuerzas Armadas argentinas, 1970-1983

Gravitation of Confrontational Geopolitical Conceptions: The Specialized Journals of the Argentine Armed Forces, 1970-1983

 

Cristian Andrés Di Renzo[1]

 

Resumen

Analizaremos el corpus de artículos y exposiciones realizadas por militares y civiles argentinos en el marco de redacción de las revistas específicas de las Fuerzas Armadas argentinas entre 1970-1983. Para ello, realizaremos una aproximación teórica-metodológica en la búsqueda de las concepciones geopolíticas que gravitaban en este contexto histórico e intentaremos reconocer si existe o no una determinada dirección en las temáticas presentes en cuatro revistas analizadas, y en particular, en aquellos artículos que refieran directa o indirectamente al conflicto Beagle entre Argentina y Chile. La hipótesis a la que pretendemos abonar es que en el periodo 1970-1983 existió cierta gravitación de concepciones geopolíticas confrontativas dentro de tales revistas. Precisamente, en esta etapa en la que Argentina mantenía disputas con Brasil y Chile, se multiplicaron los análisis provenientes del irredentismo.

Palabras clave: Concepciones Geopolíticas, Conflicto Beagle, Fuerzas Armadas, Nacionalismo, Vecindad Amenazante.

 

Abstract

This study analyzes the corpus of articles and exhibitions carried out by Argentine soldiers and civilians in the framework of the writing of the specific magazines of the Argentine armed forces between 1970-1983. We will carry out a theoretical-methodological approach in the search for the geopolitical conceptions that gravitated in this historical context, and we will try to recognize whether or not there is a certain direction in the themes present in the four magazines, and in particular, with those articles that refer directly or indirectly to the Beagle conflict between Argentina and Chile. The hypothesis to which we intend to subscribe is that in the period 1970-1983, there was a certain gravitation of confrontational geopolitical conceptions within such magazines. Precisely at this stage in which Argentina had disputes with Brazil and Chile, analyzes from irredentism multiplied.

Keywords: Geopolitical Conceptions, Beagle Conflict, Armed Forces, Nationalism, Threatening Neighborhood.

 

 

A modo de introducción

El objetivo del presente trabajo es favorecer a la comprensión del corpus de artículos y exposiciones realizadas por militares y civiles argentinos en el marco de redacción de las revistas específicas de las Fuerzas Armadas argentinas en el periodo 1970-1983. Al respecto, debemos aclarar que no es nuestro interés dar por sentado que los análisis de tales órganos de difusión expresen fiel y completamente el universo de pensamiento militar, sino más bien intentaremos realizar una aproximación teórica y metodológica en la búsqueda de aquellas concepciones geopolíticas que gravitaban en el contexto histórico propuesto. Más allá de la existencia de algunos estudios relacionados, la historiografía reciente ha dado poco lugar al análisis de este grupo de publicaciones periódicas bajo esta perspectiva.[2]

Las revistas con las que trabajaremos son: Revista de Defensa Nacional, dependiente de la Escuela de Defensa Nacional, y aquellas específicas de cada arma, siendo estas la Revista de la Escuela Superior de Guerra (Ejército), Boletín/Revista de Guerra Naval (Armada) y la Revista de la Escuela Superior de Guerra Aérea (Fuerza Aérea).[3] El periodo seleccionado para efectuar tal análisis se enmarca entre los años 1970 y 1983. La selección de este espacio temporal concuerda a la intencionalidad analítica de reconocer si existe o no una determinada dirección en las temáticas trabajadas en las cuatro revistas estudiadas y, en particular, con aquellos artículos en los que se haga referencia directa o indirecta al conflicto Beagle entre Argentina y Chile.[4] De hecho, nuestro recorte temporal en 1983 responde a la consideración de que la elección de Raúl Alfonsín como presidente en ese año marca un punto de inflexión en la historia política argentina (Murillo, 2010: 139), afirmación que podemos trasladar también a la política exterior, sobre todo con el alejamiento paulatino de la concepción de la “vecindad amenazante”.

La hipótesis a la que pretendemos abonar con nuestro estudio es que en el periodo 1970-1983 existió cierta gravitación de concepciones geopolíticas confrontativas dentro de las revistas especializadas de las Fuerzas Armadas. Precisamente es la etapa en la que Argentina mantenía disputas territoriales o de aprovechamiento de recursos en zonas fronterizas con Brasil y Chile, y se multiplicaron los análisis provenientes de la corriente nacional territorialista irredentista.[5] Bajo esta clave interpretativa, la existencia de una aparente “vecindad amenazante” actuó como una referencia ineludible para intelectuales civiles y militares que se interesaban por realizar estudios geopolíticos en esta clave.[6]

De esta manera nos centraremos, en primera instancia, en realizar una descripción general acerca de los grandes núcleos problemáticos abordados para posteriormente detenernos en aquellos trabajos que remitan a las concepciones geopolíticas o que contengan elementos relacionados con el objetivo del presente artículo.[7] En base a esto último, describiremos el perfil de los autores de los artículos seleccionados y el grado de participación de militares de las distintas armas en cada una de las revistas particulares, entre otros datos de interés, tales como la existencia o no de una determinada línea editorial, el grado de participación de civiles en las publicaciones y las profesiones de estos.[8]

 

Boletín/Revista de la Escuela de Guerra Naval

La Escuela de Guerra Naval fue creada en el año 1934 durante la presidencia de Agustín P. Justo, aunque el primer número de la revista fue editado en el año 1969 y de periodicidad anual. Asimismo, vale la aclaración de que el nombre que recibieron los ejemplares en el periodo comprendido entre 1970 y 1983 varió de Boletín de la Escuela de Guerra Naval (1969-1978) a Revista de la Escuela de Guerra Naval (1979 en adelante).

Entre los años 1970 y 1983 se produjeron 19 números y, tras su revisión, podemos considerar que la geopolítica argentina era el tema que manifestaba una mayor gravitación dentro de las producciones intelectuales.[9] En consonancia con lo sostenido por Rodríguez y Soprano (2015) para la Revista de la Escuela de Defensa Nacional, evidenciamos que la geopolítica argentina se planteaba en términos de sus relaciones con el planeamiento y el desarrollo nacional, y con la inscripción del país en la región del cono sur, Latinoamérica y el mundo.[10]

Bajo estas consideraciones, el total de los artículos que presentan estos núcleos temáticos es de 35 (47%).[11] En segundo lugar, encontramos a aquellos artículos que abordan temas ligados a la Estrategia, con un total de 21 artículos, representando el 25%. El resto de los temas no presentan un mayor desarrollo, destacándose Cultura Nacional (diez artículos, 12%) y aquellos que se centran sobre las armadas latinoamericanas (cinco artículos 6%). En lo que respecta al perfil de los autores, 52 eran militares, 19 abogados, cuatro ingenieros y dos contadores (junto con tres autores civiles s/r). Equivale a decir que un 65% de los autores eran militares en actividad o retirados, mientras los autores civiles representan el 35%.

Los autores militares con mayor participación son el contraalmirante Mario Lanzarini (cuatro artículos, 4,8%), el contraalmirante Jorge Alberto Fraga (tres artículos, 3,6%), el capitán de Fragata Manuel Hortal (tres artículos, 3,6%) y el capitán de navío Jorge Schwartz (tres artículos, 3,6%). Es decir que entre los autores militares que presentan más de dos artículos, los cuatro citados pertenecen a la Armada Argentina. Entre los civiles destaca el doctor Aníbal Fosbery (tres artículos, 3,6%) y el contador Elbio Coelho (tres artículos, 3,6%). Otro de los civiles sobresale entre los escritores, no por la cantidad de sus participaciones, sino por su desempeño en diversas funciones ligadas a la política exterior argentina, es el doctor Luis María de Pablo Pardo.[12] En el artículo seleccionado podemos señalar algunos elementos de importancia, tales como el lugar que debería ocupar Argentina dentro del contexto de la Guerra Fría. Pues, bajo sus concepciones geopolíticas, la Argentina estaba llamada a ser una potencia intermedia dentro del escenario latinoamericano. A decir del autor: “En rigor, la Argentina tiene entre América y Europa algo así como un papel ‘ístmico’, como de intérprete recíproco o portador de los valores de las dos culturas en una tarea de ‘transculturación’” (de Pablo Pardo, 1973: 75).

Bajo su perspectiva analítica, el escenario geopolítico natural para el desarrollo nacional no era otro que el Cono Sur y para ello se debía ligar el interés nacional a una estructura mayor, de amplitud regional. De esta manera, sus escritos no se alejan de aquellos que sostenían el general Osiris Villegas, sobre todo en la etapa previa a 1977, momento a partir del cual la tensión bilateral hace que sus obras adquieren otros matices.[13]

Otro de los artículos en los cuales nos detendremos pertenece al doctor Luis Santiago Sanz.[14] En realidad, el artículo seleccionado es un extracto de uno de mayor extensión, publicado en la revista Estrategia, titulado “El poder naval y la Junta de Notables de 1908”.[15] En esta ocasión, la Junta de Notables debía debatir y asesorar al presidente Figueroa Alcorta, acerca de cuál sería una política exterior adecuada de cara al aumento de la flota naval brasilera y de la potencial amenaza chilena. En otras palabras, se debatía acerca del equilibrio de fuerzas en el Cono Sur en un contexto mayor que presenta a varios de los países centrales del continente europeo en plena escalada militar y en las que las ideas de la “vecindad amenazante” en Sudamérica se expandían.

Bajo estos lineamientos la propuesta de Estanislao Zeballos (figura central del irredentismo) en ocasión de la reunión de la Junta de Notables era la de aumentar el poder naval, “con el único criterio de responder a las conveniencias actuales y futuras, garantizar la paz, el progreso y la riqueza de la nación” (Sanz, 1977: 30). El mar aparece como un factor estratégico, en la que Zeballos intentaba poner en práctica una parte sustancial de la doctrina Mahan alejándose a lo sostenido por Mackinder.[16]

Más allá de estos presupuestos esgrimidos por Zeballos y que Sanz retoma a lo largo de su artículo, resulta interesante el propósito de este en el contexto en el cual se retoman sus ideas. Pues entre los años 1977 y 1979 y ante la heterogeneidad de los representantes argentinos de facto, se osciló entre la diplomacia parcial y la guerra total para dar fin al conflicto Beagle (Di Renzo, 2018), y el artículo no escapa a esta lógica. La conclusión que desprende el autor es que, si se hubieran tomado medidas acordes a los planteos geopolíticos de Zeballos a inicios del siglo XX, los problemas de soberanía territorial entre Argentina y Chile tendrían otro desenlace.

Por otra parte, dentro del cuerpo de militares que escriben en este órgano de difusión hemos hecho mención de un intelectual militar, el contraalmirante Jorge Alberto Fraga. La justificación de tal elección se encuentra centrada en que, en primer lugar, los análisis que realiza se hallan ceñidos de concepciones geopolíticas. En segundo lugar, su figura dentro del universo militar argentino y sobre todo en la Armada, era de importancia.[17]

En uno de sus trabajos Fraga expone, por ejemplo, que el argentino promedio no tiene una conciencia marítima, como sí la tiene sobre la pampa húmeda y las oportunidades de explotación de esta última. El argumento apunta hacia la necesidad de crear tal conciencia dentro un contexto geopolítico mundial (Agnew y Corbridge, 1995; Cairo Carou, 2013) que podría favorecer a la Argentina. Bajo sus concepciones geopolíticas, se encontraba frente a un mundo superpoblado, en donde Argentina es un espacio semivacío. Y finalmente, pese a la extensión territorial, considera que “los argentinos vivimos apretados contra Buenos Aires” (Fraga, 1978: 38). Frente a tal situación el papel que debía cumplir Argentina no era otro que el de convertirse en potencia, proyectada hacia el Atlántico. Para cumplir con el propósito, entonces, se tendría que estar dispuesto a “impedir toda mutilación que no solo significa pérdida de territorios, sino el aprovechamiento de sus recursos marítimos por otros” (Fraga, 1978: 41).[18]

Estos argumentos propios del irredentismo son retomados en otro artículo del año 1979, donde analiza la importancia de las riquezas que proporciona toda la costa atlántica: alimento, petróleo, manganeso, energía mediante la utilización de las grandes mareas y otras. Podemos comprender que el objetivo de tal exposición es el de “concientizar” al lector de la importancia geopolítica del sector citado, de las Islas Malvinas, de la Antártida y sobre la disputa por el Canal de Beagle entre Argentina y Chile. Habiendo dejado por sentado tales cuestiones, avanza sobre el conflicto limítrofe en el extremo sur austral reproduciendo aquellos presupuestos que habían expuesto Vicente Quesada y Estanislao Zeballos sobre la nación chilena: país aguerrido desde sus orígenes, organizado y más avanzado que Argentina en múltiples aspectos, además de presentar ambiciones de expansionismo territorial en detrimento de sus países vecinos, con intenciones de cumplir con el “sueño de O’Higgins”.[19] Encumbrado en esta línea argumental, sostiene que la historia de la diplomacia argentina se encuentra signada por una continuidad de equívocos basados, en parte, en el principio de la “buena fe”. Entretanto, sobre el conflicto Beagle, sostiene que:

Este problema, a mi juicio, tiene estas alternativas: la guerra, si no hay más remedio que de por sí es una mala solución mientras se puedan encontrar otras que den una solución digna y honorable para ambas por medios pacíficos, pero que no puede descartarse. (Fraga, 1979: 46)

Es decir que, aunque no se manifiesta abiertamente con una postura belicista, no descarta la posibilidad de que una guerra pudiera dar fin al conflicto limítrofe. Pues si bien, en el año 1979 ya se contaba con la propuesta de mediación papal y se había desactivado una buena parte de Operativo Soberanía, el futuro era cuanto menos incierto, por lo cual no había que descartar ninguna hipótesis de solución.

En suma, tanto los civiles como los militares que escribieron en Boletín/Revista de la Escuela de Guerra Naval que hemos seleccionado presentan similitudes en torno a las concepciones geopolíticas confrontativas utilizadas y presentan a la Argentina con una potencialidad teórica que nunca pudo verse reflejada en la práctica. La visión de un Chile organizado, de una diplomacia argentina inexperta y la utilización de conceptos como los de “mutilación territorial”, se suman a la idea de una crisis contemporánea que necesita de una solución inminente fomentando así la idea de la existencia de una “vecindad amenazante” con intensiones expansionistas. Ello nos señala una afinidad con los escritos de Zeballos y Quesada, configurando una parte sustancial de la corriente nacional territorialista irredentista. Pasemos ahora, entonces, al análisis de la Revista de la Escuela Superior de Guerra Aérea.

 

Revista de la Escuela Superior de Guerra Aérea

La Revista de la Escuela Superior de Guerra Aérea dio comienzo a sus publicaciones en el año 1953, y su periodicidad ha variado con el tiempo, sin mantener una continuidad en los números publicados cada año. En el periodo 1970-1983, la revista produjo un total de 64 números y exceptuando aquellos artículos que refieren directa o indirectamente a ciertos aspectos técnicos o de formación del personal de la Fuerza Aérea, el tema que ocupa el primer lugar en abordaje y análisis es la geopolítica.[20] Bajo estas consideraciones, el total de los artículos que presentan este núcleo temático es de 62, representando un 25% sobre el total.[21] En segundo lugar, hallamos aquellos artículos que centran su atención en torno a la Cultura Nacional, con un total de 55 apartados, representando un 22%. Mientras que el tercer lugar lo ocupa Estrategia, Seguridad y Defensa, con 40 artículos, siendo el 16%. Finalmente, Historia y biografías con 22 trabajos (9%), completan el conjunto de las elaboraciones intelectuales, exceptuando las reproducciones documentales y los ya citados artículos específicos de formación del personal.

En lo que respecta al perfil de los autores, entre la publicación número 57 y 112, constatamos que 163 eran militares nacionales y cuatro extranjeros, mientras que 78 de los escritores fueron civiles. Dentro de sus profesiones encontramos cincuenta abogados, diez profesores, tres ingenieros y seis licenciados.[22] Lo cual equivale a decir que un 68% de los autores eran militares en actividad o retirados y un 32% civiles. Otro dato por destacar es que, dentro de los militares que publicaron en el periodo, el rango que presenta mayor cantidad de publicaciones es el de comodoro (57 artículos, 34% sobre el total del rango militar de los escritores) y los que menor cantidad de publicaciones presenta no pertenece a la Fuerza Aérea, sino a la Armada y al Ejército siendo estos los rangos de capitán de fragata, contraalmirante, teniente, teniente general y general de brigada, cada uno de ellos con apenas una participación.

Los autores militares que presentan mayor participación en la revista son el comodoro José D’Odorico (25 artículos, 10%), el brigadier Carlos Bosch (doce artículos, 5%) y el comodoro Octavio García Mira (siete artículos, 3%). Es de destacar que el contraalmirante Jorge Fraga también participa con una publicación en la revista, como también otros reconocidos hombres de armas, como el general de división del Ejército Argentino Ramón Díaz Bessone y el teniente general Benjamín Rattenbach.

Dentro de los civiles que presentan escritos en la revista, destaca por su recurrencia el doctor Jesús Sabrá (diez publicaciones, 4%), el doctor Liniers de Estrada (seis publicaciones, 2,5%) y el profesor Marcelo Lascano (cinco artículos, 2%). Vale mencionar además a otros civiles destacados que tienen alguna participación tales como el doctor Pablo Pardo y el doctor Juan Carlos Puig.[23]

Uno de los trabajos que hemos seleccionado para su análisis es el del mayor Rubén Oscar Moro (1975), el cual realiza un recorrido histórico acerca de lo que el autor interpreta como actos de posesión ilegal de territorios por parte del Brasil desde la etapa colonial (siendo heredera de similar vocación expansionista que el imperio de Portugal). En otras palabras, se parte de la idea de que el territorio del Virreinato del Rio de la Plata es el espacio vital, en términos geopolíticos, de la nación argentina (mito virreinal Cavaleri, 2004). Los diferentes adjetivos que se hallan en el escrito reflejan un alineamiento con el irredentismo: despojo, cercenamiento, desmembración, intrusión y otros que refuerzan la imagen de una “vecindad amenazante”.

Como hemos señalado anteriormente, los análisis en clave geopolítica son los que mayor recurrencia tienen en esta publicación periódica. De hecho, se presentan dos ejemplares dedicados exclusivamente a su tratamiento y varios artículos de interpretación historiográfica de las diferentes corrientes de pensamiento. El autor de estos dos tomos específicos y de varios artículos relacionados es el coronel José Felipe Marini. En uno de sus artículos, por ejemplo, Marini (1976) realiza una justificación acerca de la importancia de la geopolítica como campo de investigación y de aplicación.[24]

En consonancia, el vicecomodoro José Ángel Gutiérrez toma parte de los elementos que justifican el estudio de la geopolítica y lo vuelca al análisis del caso de la región patagónica, centro de interés de numerosos militares y civiles que se encumbran bajo la corriente nacional territorialista irredentista. Precisamente ese amplio espacio territorial, en un contexto de creciente crisis bilateral entre Argentina y Chile, se convertía en un problema y a la vez en un desafío de aquellos que proponían una serie de políticas con el fin de revertir lo que ellos consideraban como una situación de riesgo de seguridad nacional. De este modo, Gutiérrez encuentra que todo el potencial en riquezas que posee esta amplia zona del sur argentino se halla truncada por las acciones de actores internos, principalmente el sector agroganadero pampeano y por los intereses externos, en los que ubica a Gran Bretaña. Otro reflejo del contexto propio de producción de estos artículos, el número especial de la revista, titulado “El Canal de Beagle”, publicado en 1978, a cargo del mayor Ricardo Luis Quellet (Quellet, 1978). Es una síntesis de los diferentes tratados y pactos existentes en torno a la zona en disputa, con interpretaciones de las intenciones argentinas y chilenas en cada ocasión, el cual se complementa en otro artículo del año siguiente, que inicia con la frase “Es tarde para lamentar lo perdido: pero es tiempo de impedir más pérdidas” (Quellet, 1979: 13). En esta ocasión, realiza una descripción geográfica de cada isla en disputa y posteriormente analiza la importancia geopolítica del canal interoceánico, clave para el transporte del petróleo y del tráfico comercial. También sostiene que “si Chile lo lograra (obtener la soberanía sobre la zona en disputa, con la salida hacia el océano Atlántico), rompería el equilibrio geopolítico del subcontinente, y todo lo que ello reporta de ventaja, se constituye en desventaja para la Argentina” (Quellet, 1979: 23). Dicho de otro modo, se está analizando posibles soluciones tras el arribo de la propuesta de Mediación Papal (finales de diciembre de 1978), basándose en el Protocolo de 1893 que establecía el principio de división oceánica y en las concepciones geopolíticas que utiliza para llevar a cabo su análisis. Tales observaciones probablemente se basan en la doctrina Mahan y en la noción de equilibrio de poder,[25] pues bajo tales concepciones el destino de convertirse en potencia bioceánica era propio de la Argentina y cualquier acto contrario atentaría contra el futuro nacional.

Hemos visto entonces cómo las concepciones geopolíticas que gravitaban en la Revista de la Escuela Superior de Guerra Aérea argentina eran compartidas por una buena parte de sus autores, en tanto los repetían y reinterpretaban en cada publicación. Autores civiles y militares de renombre, con otros especialistas en geopolítica, volcaban sus ideas en este órgano de difusión, al igual que en los otros que analizaremos en el siguiente apartado.

 

Revista de la Escuela Superior de Guerra

La Revista de la Escuela Superior de Guerra del Ejército Argentino fue creada en el año 1922 y su aparición en los años que trabajamos era bimensual. Entre los años 1970 y 1983, la revista registró 81 números y tras la revisión podemos considerar que Estrategia, Seguridad y Defensa son los núcleos temáticos que manifestaban mayor gravitación dentro de las producciones intelectuales (126 artículos, 26,8%).[26] En tanto, aquellas publicaciones ligadas a Historia y a las biografías ocupan el segundo lugar (120 artículos, 25,5%) y dentro de ellas, las destinadas a la figura de José de San Martín presentan una mayor recurrencia por sobre los demás temas (27 artículos, 22,5% sobre el núcleo historia y biografías). Finalmente, geopolítica, planeamiento y desarrollo nacional ocupa el tercer puesto con 110 publicaciones, representando el 23,4%.[27]

En lo que respecta al perfil de los autores de los artículos, discursos reproducidos o traducciones realizadas, 335 son de escritores militares argentinos, 25 de militares extranjeros y otros 77 tienen como referencia a alguna institución estatal. En otras palabras, el 80,7% de los escritores eran militares, sin considerar los artículos presentados por agencias estatales, mientras que el 19,3% de los autores son civiles. Otro dato por destacar es que, dentro de los militares que participaron, el rango que presenta mayor cantidad de publicaciones es el de teniente coronel (126 artículos), y el que menor cantidad de publicaciones presenta no pertenece al Ejército, sino a la Armada, siendo este el rango de capitán de corbeta (un artículo).[28] En tanto, dentro de los autores civiles, 36 artículos son de abogados, 29 sin referencia, 14 de profesores, cinco de ingenieros y tres de licenciados.[29]

Los autores militares que presentan mayor participación en la revista son el coronel Héctor Piccinalli (17 artículos, 3,6%), el general de brigada Tomás Sánchez de Bustamante (14 artículos, 3%), y el coronel Carlos Landaburu (diez artículos, 2,1%). Cabe subrayar que el general Osiris Villegas también participa de la revista en el periodo abordado, con tres artículos (0,6%). Dentro de los civiles, podemos sostener que no hay una mayor recurrencia en las publicaciones, aunque se puede destacar que el ex embajador Luis Santiago Sanz presenta dos publicaciones al igual que el doctor Pablo Sanz.

Como hemos anticipado, uno de los autores militares que mayor recurrencia tiene en publicaciones es el coronel Carlos Landaburu. En uno de sus artículos, se detiene en la realidad argentina con relación al resto del mundo en términos geopolíticos. Mantiene la creencia de que su nación tendría todo lo necesario para convertirse en potencia mundial: población blanca, homogénea y trabajadora y riqueza natural del territorio, entre otros. En particular, la utilización del concepto de potencia mundial resulta un tanto disruptiva puesto que, contemporáneamente, los estudios utilizaban el concepto de potencia regional o potencia media dentro de sus análisis.[30] A su vez, resalta la importancia del especio regional del Cono Sur, que “le confieren las condiciones geopolíticas únicas al sur del Ecuador” (Landaburu, 1970: 41). Es un dato interesante, puesto que podemos incluirlo dentro del grupo de intelectuales que consideran que el espacio nacional es insuficiente para lograr el desarrollo económico de la Argentina.

En otro de sus trabajos, completa esta concepción de desarrollo argentino dentro del espacio geopolítico latinoamericano al sostener que: “Una política de grandeza continental necesariamente deberá estar basada en una sumatoria consciente de esfuerzos para el desarrollo armónico, equitativo y racional de los países hijos del viejo tronco hispano-lusitano” (Landaburu, 1971: 42). Asimismo, en otro artículo (Landaburu, 1973), plantea la necesidad de generar una unidad entre Argentina y Chile, lo cual posibilitaría el acceso a los dos océanos, refeririendo a la hermandad que une a ambos países. De todas maneras, tales trabajos son anteriores a la etapa más crítica de las relaciones bilaterales y aún no habían llegado noticias del Laudo Arbitral (2 de mayo de 1977), lo cual generó un aumento de las producciones intelectuales basadas en concepciones geopolíticas confrontativas al considerarlo como injusto para los intereses nacionales. Es decir, que los conceptos geopolíticos que orientaron las decisiones y comportamientos de las conducciones de las Fuerzas Armadas, oficiales superiores y jefes argentinos en el impasse de mayor tensión por el conflicto Beagle, encuentran un contexto propicio para la difusión y puesta en práctica de sus planteamientos.

Por otra parte, hemos mencionado de que el coronel Héctor Piccinalli es quien presenta la mayor cantidad de publicaciones. En una de ellas, haciendo referencia a una obra de Ricardo Rojas, Blasón de Plata (del año 1912), desarrolla su concepción de unión de los países vecinos.[31] Bajo su perspectiva serían las Fuerzas Armadas de cada país las encargadas de llevar a cabo tal proceso de integración territorial, ya que son “las menos infiltradas por el marxismo leninismo y sus aliados” (Piccinalli, 1976: 16). Podemos observar que sus premisas contienen elementos históricos de la prosa de Ricardo Rojas y también elementos propios del contexto de producción, pues además de la situación argentina, para el momento de redacción del artículo existían dictaduras la región, en Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay.

Al mismo tiempo, dentro del núcleo temático de la geopolítica, la Antártida aparece en varios trabajos en las revistas analizadas. Sobre este espacio territorial muchos de los intelectuales del irredentismo detendrán sus trabajos, ya que consideraban que si Chile obtenía la soberanía sobre la zona en disputa posteriormente reclamaría por el sector antártico correspondiente con su proyección. Así se le otorgaba un plus de importancia a la soberanía del canal interoceánico y de las islas en cuestión.

Otra de las particularidades que presenta la revista es que el número 439, de los meses de noviembre-diciembre de 1978, está íntegramente dedicado a la persona de José de San Martín. Si bien no se explicita, la razón de tal número ha de ser el bicentenario del nacimiento del prócer argentino. En uno de esos artículos, escrito en la etapa más crítica del conflicto, el coronel José Luis Picciuolo se vale de algunas de las enseñanzas del general independentista y toma de su legado latinoamericanista la idea de unidad de los pueblos, llamando a la unión argentino-chilena (Picciuolo, 1978). Del mismo modo, el doctor Eduardo Sutter Schneider, sostiene que “La soberanía que proclama San Martín no resulta una pretensión individualista absoluta, sino una búsqueda de coordinación funcional. Hay una profunda idea americanista en todas sus acciones. […] Son la más típica expresión del destino común de estos pueblos” (Sutter Schneider, 1978: 185). Aun así, su argumento no se detiene allí, sino que avanza en las conclusiones: “lo importante es forjar en nuestros corazones la voluntad de unirnos […], no para destruirnos ni aparecer en paralelo, sino para poner nuestro esfuerzo en la forja de un destino común” (Sutter Schneider, 1978: 203-204).

Como vemos, aquí la unidad administrativa colonial aparece como un elemento integrador y no como una añoranza de grandeza nacional en contra de lo que se sostenía desde el irredentismo. Los comentarios finales de este estudio están directamente asociados al contexto de tensión bélica reinante a lo largo de frontera, posicionándose a favor de las salidas pacíficas. Por ende este y los demás trabajos examinados arrojan la conclusión parcial de que en la Revista de la Escuela Superior del Ejército no existía una línea determinada en torno a las publicaciones, pues convivían aquellas más cercanas a las posiciones más intransigentes en lo que respecta a la soberanía territorial argentina con otras más tendientes a la integración binacional y que en tiempos de movilizaciones militares, desde ambos lados de la frontera, llamaban a la negociación en términos pacíficos.

Pasemos entonces al análisis de la Revista de la Escuela de Defensa Nacional.

 

Revista de la Escuela de Defensa Nacional

La revista que trabajaremos en esta sección depende de la Escuela de Defensa Nacional. Los objetivos institucionales de la Escuela eran formar funcionarios civiles y militares en la “previsión, estudio y tratamiento de hipótesis de guerra, que pudieran afectar a nuestro país” (Rodríguez y Soprano 2015: 56). Entonces, podemos sostener que no se trata de una revista específicamente profesional militar, sino que desde su formación se contempló la participación civil que, como veremos, era mayor que en las otras tres analizadas.

En el periodo 1970-1983, la revista produjo 33 números, y el tema que ocupa el primer lugar en abordaje y análisis es la geopolítica.[32] Bajo estas consideraciones, el total de los artículos que presentan este núcleo temático es de 59, representando el 45,4%. En segundo lugar, hallamos aquellos artículos que centran su abordaje en torno a la Estrategia, Seguridad y Defesa nacional, con 36 apartados, representando un 27,7%. Mientras que el tercer lugar lo ocupa la Cultura Nacional, contemplando 20 artículos, (15,4%). Finalmente, Historia con ocho artículos y “otros” (siete artículos) que no encuadran dentro de estas categorías, completan la totalidad de las elaboraciones intelectuales (130 artículos), exceptuando las reproducciones documentales.

En lo que respecta al perfil de los autores 59 de ellos eran militares, 41 abogados, ocho ingenieros, siete licenciados y un profesor. Es decir, un 51% de los autores eran militares en actividad o retirados y que la masa civil representa el 49%. Asimismo, dentro del grupo de militares que forman parte de estas publicaciones, el personal del Ejército es el que participa con mayor frecuencia, mientras que en segundo lugar encontramos aquellos que dependen o pasaron a retiro de la Armada y, finalmente, en menor número encontramos al personal ligado a la Fuerza Aérea. De esta manera, el rango militar que mayor cantidad de contribuciones realizó fue el de coronel (16 autores), seguido por el de teniente general (once autores).

Los autores militares que presentan mayor participación en la revista son el general Benjamín Rattenbach (ocho artículos, 6%), el contraalmirante Jorge Alberto Fraga (cuatro artículos, 3%) y las reproducciones de textos del estratega francés André Baufré (cuatro artículos, 3%). Cabe señalar que el general Osiris Villegas también participa de la revista en el periodo abordado, con dos artículos (1,5%). Dentro de los civiles, aquellos que presentan más publicaciones son el doctor Ernesto Aberg Cobo (tres artículos, 2,3%) y el doctor Alberto Tandurella (tres artículos, 2,3%). Asimismo, el doctor Aníbal Fosbery, a quien nombramos anteriormente, también realizó una publicación en la presente publicación periódica.

Los artículos de Osiris Villegas, como anticipamos, son dos. En el primero de ellos realiza un análisis de la situación geopolítica de Argentina en el contexto mundial y regional, sosteniendo la necesidad de realizar una serie de reformas para que la nación sudamericana alcance su máximo potencial. Mientras que el segundo, escrito tras la derrota argentina en la Guerra de Malvinas, refleja su postura en relación a diferentes apreciaciones: el rol de los Estados Unidos en el conflicto, considerado como poseedor de “mentalidad de computadora” al no apoyar la causa y “perdedor de la contienda” ante los ojos del mundo; a América Latina, presentada como ganadora, capaz de autoabastecerse y de no depender de Europa; a la URSS, como “beneficiada”, al no manifestarse ni a favor ni en contra; a Europa Occidental como “avergonzada” por la complicidad con Gran Bretaña, dejando a la luz su mentalidad “colonialista”; a Gran Bretaña como un Estado “políticamente desnudo” frente al mundo por la actitud emprendida, y a la Argentina como una nación que se encontró con una nueva realidad, en donde puede discernir aliados de enemigos, diferenciar lealtades de traiciones y que debe “planificar su futuro modificando algunas dimensiones geopolíticas del ordenamiento internacional” (Villegas, 1982: 106). Así, y en el contexto postguerra, el enemigo estaría representado por Gran Bretaña, potencia mundial que en ocasiones anteriores había sido señalada como usurpadora de las islas. Es decir que, momentáneamente, desplaza del centro de sus acusaciones a Chile y con ella a la noción de la “vecindad amenazante”.

En sintonía con algunos de los planteos desarrollados por Villegas, el doctor Ernesto Aberg Cobo (1975a, 1975b) expone en dos de sus artículos una serie de presupuestos basados en concepciones geopolíticas confrontativas y otras más bien integracionistas. Para el autor, la situación de la Argentina era vulnerable y se debía actuar de manera determinante para evitar un derrotero de mayor magnitud. Los puntos de mayor vulnerabilidad eran ocho: la policromía espiritual, la inmigración indiscriminada, la diplomacia incoherente, el despilfarro de la mano de obra espiritual y física, la superpoblación de la capital y del Gran Buenos Aires, la falta de desarrollo tecnológico, la red caminera y la extensa costa atlántica semidesértica. Ahora bien, partiendo de este escenario pesimista y de crisis del contexto argentino en la década de 1970, propone una serie de medidas defensivas tales como la de propiciar la penetración de la cultura argentina en Sudamérica: el acceso al océano Pacífico, no por la fuerza, sino estrechando los lazos de hermandad con Chile; la intensificación de los lazos físicos y espirituales entre la mesopotamia y el resto del país; el fortalecimiento los lazos comerciales y espirituales con los países de la Cuenca del Plata, y finalmente, el poblamiento de la Patagonia, entre otros aspectos. En otras palabras, se propone como una de las soluciones la integración bilateral de ambas naciones para fomentar el crecimiento económico mutuo. Para ello se hace necesario contar con una serie de medidas de confianza que llevarán, con el paso del tiempo, a la creación de una comunidad de seguridad madura (Kupchan, 2010). No obstante, no debemos perder de vista el hecho que ambos trabajos están escritos en el año 1975, esto es antes de darse a conocer los resultados del laudo arbitral que llegará dos años más tarde y que endurecería a una a una buena parte de los intelectuales interesados en la geopolítica. De todas maneras, evidenciamos que las concepciones geopolíticas tendientes a la integración ya estaban presentes dentro de estas producciones intelectuales que se ocupaban del estudio de los conflictos limítrofes o por el aprovechamiento de los recursos naturales en zonas fronterizas. Estos se verán aún más profundizados en el proceso de “apertura democrática” para instalarse de manera definitiva en las siguientes décadas.

Otro de los artículos que nos remite al irredentismo está a cargo del doctor Gustavo Ferrari. El trabajo presenta una serie de elementos que encumbran al autor dentro de la corriente irredentista, reproduciendo algunas de las concepciones geopolíticas confrontativas contemporáneas y retomando algunos elementos desarrollados por los intelectuales de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Desde el comienzo presenta la imagen nostálgica de la desmembración territorial argentina basada en el mito virreinal. Del mismo modo, encuentra en Brasil y en Chile a dos de los principales causantes de la reducción del espacio heredado, fortaleciendo así la imagen de una “vecindad amenazante”. En cuanto a la política exterior argentina, considera que la misma presenta las siguientes constantes históricas: “pacifismo, aislacionismo, evasión por medio del derecho. Moralismo, europeísmo y enfrentamiento a los Estados Unidos y desmembración territorial” (Ferrari, 1976: 61). En suma, la nostalgia por un pasado de grandeza (territorial), las aparentes acciones constantes y dañinas de la “vecindad amenazante”, el desinterés por la conservación del espacio, la ineficacia de la diplomacia nacional y la necesidad de cambiar el rumbo en el presente, que tal como señala al final de su artículo, son elementos que encumbran a Ferrari dentro de la citada corriente.

En definitiva, evidenciamos en la Revista de Defensa Nacional una consonancia en relación con las demás publicaciones periódicas analizadas. Los artículos seleccionados guardan relación directa con el irredentismo y presentan escasa innovación teórica al respecto, siendo en su mayoría reinterpretaciones contextualizadas sobre concepciones geopolíticas confrontativas desarrolladas hacia finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. No obstante, también existen análisis que postulaban la necesidad de la integración binacional dentro del espacio latinoamericano, con lo cual no podemos identificar una línea editorial restrictiva.

Pasemos entonces a ofrecer algunas conclusiones generales con relación a las revistas especializadas de las Fuerzas Armadas argentinas.

 

A modo de conclusión

Tras el análisis de las revistas especializadas de las Fuerzas Armadas argentinas evidenciamos que, en líneas generales, el núcleo temático ligado a la geopolítica en el periodo 1970-1983 es el que mayor cantidad de publicaciones presenta. Al respecto, consideramos que el contexto de producción y la carga histórica propia de cada concepto, es un elemento clave en tal situación favoreciendo la escritura acerca de los temas que estaban en boga en ese momento. Pues, precisamente en este periodo, existían conflictos limítrofes pendientes y disputas por el aprovechamiento de los recursos naturales entre Argentina, Chile y Brasil fomentando así el concepto de una “vecindad amenazante”, al menos dentro de un sector que entendía tales diferencias en clave confrontativa.

Evidenciamos, además, que existe un escaso intercambio de intelectuales inter-armas dentro de las revistas específicas de cada Escuela Superior de Guerra. La Revista de Defesa Nacional, por su parte, presenta una mayoría de aquellos escritores que dependen del Ejército nacional. La revista que presentó mayor cantidad de números editados entre 1970 y 1983 fue la Escuela Superior de Guerra del Ejército, con 81 números. Mientras la que menor cantidad de ejemplares editó fue Boletín/Revista de Guerra Naval con 19 números. La periodicidad de las mismas es el factor explicativo en tales conclusiones.

En aquellos textos en los que se alude al mito virreinal, evidenciamos que no hay innovación teórica, sino reinterpretaciones influenciadas por el contexto que podía presentar enfrentamientos por diferentes regiones tales como el Canal de Beagle, en donde encontraron asidero concepciones geopolíticas confrontativas. Dentro de estas producciones, el concepto de “vecindad amenazante” habría actuado como un elemento unificador de posiciones heterogéneas cuyas coincidencias residían en la caracterización negativa del país trasandino.

Del mismo modo, las diferencias existentes dentro de las perspectivas analíticas sobre temas relacionados a la soberanía territorial en clave geopolítica expresan la multiplicidad de abordajes que podían tener lugar dentro de las diferentes revistas, no existiendo uniformidad en las mismas. Estas, a su vez, podrían ser el reflejo de la oscilación entrela diplomacia parcial y la guerra total en torno al conflicto Beagle entre los años 1977 y 1979, en donde tales concepciones geopolíticas tuvieron un rol importante en el comportamiento de las facciones y personalidades involucradas en el proceso de toma de decisiones (Di Renzo, 2018). Tampoco podemos sostener que existía una línea editorial marcada en lo que respecta al abordaje de tales problemáticas territoriales y en las propuestas que cada autor presenta como posibles soluciones o recomendaciones hacia el Estado Nacional Argentino. De modo que tanto la propuesta de integración como la confrontación eran presentadas como opciones viables, ambas con planteos teóricos que sustentaban sus posturas.

En consecuencia, tanto los civiles como los militares que escribieron sus textos bajo los lineamientos de la corriente nacional territorialista irredentista presentan diferencias en torno a la solución o no de los conflictos limítrofes por el enfrentamiento armado, siendo para la mayoría de los autores una posible solución, no siempre deseable.

Distintas observaciones podríamos realizar sobre el periodo iniciado tras la Guerra de Malvinas, en donde el pensamiento geopolítico se aleja paulatinamente del concepto de la “vecindad amenazante” para situarse de manera clara en favor del integracionismo sudamericano, sobre todo con la asunción del nuevo gobierno democrático hacia finales de 1983. Esta etapa se corresponde con el surgimiento de una comunidad de seguridad naciente (Kupchan, 2010) entre Argentina y Chile para luego dar paso a distintos acuerdos de cooperación e integración binacional en materia de límites fronterizos, de defensa y seguridad internacional y militares en las décadas siguientes. En este proceso, al igual que en la etapa previa, los aportes tanto de la intelectualidad civil como militar, jugaron un rol destacado en el proceso de toma de decisiones. Por ende, consideramos que las producciones intelectuales no son meramente un reflejo del contexto en el cual se insertan, sino que también son impulsoras del tránsito desde el enfrentamiento hacia la cooperación entre ambas naciones. En consecuencia, la idea de una “vecindad amenazante” debió ser abandonada como premisa organizadora de los estudios dedicados a la geopolítica nacional y en materia de fronteras nacionales, aunque continuó con cierta vigencia dentro del irredentismo hasta nuestros días.

 

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     * * *

 

            Recibido: 22/11/2022              

Aceptado: 25/02/2023

  Publicado: 30/06/2023



[1] INHUS (CONICET/UNMDP) y GEHiGue (Instituto Ravignani/CONICET/Universidad de Buenos Aires), Buenos Aires, Argentina, ORCID 0000-0003-2584-6793, cristiandirenzo1@gmail.com

[2] Enmarcamos este artículo junto con otros de similar enfoque y metodología, por ejemplo Di Renzo (2020, 2021a). Desde otras perspectivas y espacio temporal, puede verse la tesis de maestría en Defensa Nacional de Lalef Ilieff (2011) y destacar lo hecho por Melisa Deciancio (2017), quien ofrece un análisis sobre la contribución de la geopolítica a la construcción del campo de las Relaciones Internacionales en Argentina a partir de un estudio de sus publicaciones periódicas. Sobre el pensamiento geopolítico en Sudamérica desde mediados del siglo XX, puede verse Fornillo (2015). En particular, sobre el debate en torno a las hipótesis de guerra y la geopolítica en Argentina, véase Buchruker (1994).

[3] El trabajo con un corpus documental de estas características presenta una serie de elementos que le son propios. Siguiendo la línea argumental de Sarlo (1992), el trabajo con las revistas especializadas de las Fuerzas Armadas nos permite obtener un abordaje de su contemporaneidad privilegiado siendo expresión de diversos momentos de crisis. En sintonía con estos presupuestos, consideramos que las revistas informan sobre las costumbres intelectuales de un periodo y grupo social específico, sobre las relaciones de fuerza, poder y prestigio en el campo de la cultura, relaciones y costumbres que no repiten de manera simple a las que pueden leerse en los libros editados contemporáneamente. Es por ello que no podemos dejar de lado que la sintaxis de las revistas lleva las marcas de la coyuntura en la que su actual pasado era presente (Sarlo, 1992: 10) y que, además, su accionar, su intervención en tal contexto, apunta a transformarlo. De allí nuestro interés particular al trabajar con las fuentes seleccionadas.

[5] Esta corriente, que nuclea a intelectuales civiles y militares, dedica sus producciones al abordaje de los conflictos limítrofes entre Argentina y sus países vecinos pero también al aprovechamiento de los recursos en áreas fronterizas, al desarrollo nacional, entre otros. Debemos destacar que, si bien gran parte de su matriz conceptual surge a finales del siglo XIX con intelectuales tales como Vicente Quesada y Estanislao Zeballos, “es en las décadas de 1960, 1970 y 1980 en las cuales encontrarán mayor difusión, justamente, en instancias en las que Argentina mantiene disputas territoriales o por el aprovechamiento de los recursos con Brasil y Chile” (Di Renzo, 2021b: 189). Asimismo, pueden hallarse referencias generales sobre el territorialismo en Escudé (2008).

[6] Coincidimos en que la caracterización de los militares como depositarios de la última ratio del ejercicio de la violencia (letal) no supone la imposibilidad de comprender algunos perfiles y trayectorias de oficiales como intelectuales del Estado (Rodríguez y Soprano, 2018: 10).

[7] Sobre la introducción y desarrollo de la geopolítica en Argentina, véase Fornillo (2015).

[8] Respecto a las generalidades de la metodología adoptada, véase Kornblit (2007). Asimismo, para el análisis de las fuentes escritas en la búsqueda de aquellos conceptos que constituyen el objeto de este trabajo se seguirán las herramientas teóricas provenientes del campo de la Historia Intelectual, especialmente aquellas en las que se prioriza las formas en las que los pensamientos se insertan y se reproducen en un determinado tiempo y espacio (Di Pasquale, 2011). Preferimos la utilización de la denominación “concepciones” ya que una palabra se convierte en un concepto si la totalidad de un contexto de experiencia y significado sociopolítico, en el que se usa y para el que se usa esa palabra, pasa a formar parte globalmente de esa única palabra (Koselleck, 1993: 117). En otro orden de cosas, se entiende al editorial como el espacio institucional en el que se resume el posicionamiento del medio y sistematiza su orientación política e ideológica. Al respecto, véase Sidicaro (1993).

[9] Los números que no se han podido consultar en la Biblioteca General Belgrano de la Escuela Superior de Guerra, son los números 1, 7 y 18.

[10] Si bien nuestro interés se centra en el análisis de un parte del desarrollo del pensamiento geopolítico en argentina, consideramos que es necesario mencionar que en Chile existe una línea muy interesante de investigaciones que se detiene en aspectos similares. Tal sería el caso de los trabajos de Garay Vera (2006, 2019, 2021) que ha estudiado en profundidad sobre diferentes núcleos temáticos, tales como la Academia de Guerra o bien sobre figuras tales como la del General Ramón Cañas Montalva. También podemos mencionar estudios tales como los de Mendoza Pinto (2017). A partir de ellos podemos enmarcar de manera más general nuestra noción de concepciones geopolíticas “confrontativas” al poder realizar comparaciones, sobre todo en momentos en los que las relaciones bilaterales entran en tensión.

[11] El total de artículos es de 83, sin contar en todos los casos que analizaremos las “actividades” y los distintos ejercicios militares.

[12] Luis María de Pablo Pardo se desempeñó como doctor en jurisprudencia, con especialización en derecho internacional. Además, se desempeñó como embajador en Chile entre los años 1960 y 1961. Entre tanto, sus funciones como canciller tuvieron inicio el 18 de junio de 1970 y finalizaron el 22 de junio de 1972, entre otros cargos.

[13] El general Osiris Villegas tuvo un destacado papel dentro de la intelectualidad militar, siendo la geopolítica y la seguridad nacional dos se sus principales focos de interés como así también el conflicto Beagle, manifestando en ocasiones tendencias belicistas. Al respecto véase Echeverría (2020) y Di Renzo (2021c).

[14] Fue embajador de la Argentina en Uruguay, Bélgica, Luxemburgo y Dinamarca. Tuvo actuación en reuniones sobre temas limítrofes y de integración económica. Sostenedor de la profesionalización de la carrera, de su idea surgió el Instituto del Servicio Exterior de la Nación. En http://www.lagaceta.com.ar/nota/460478/sociedad/diplomatico-tucumano.html. (consultado 20/06/2023).

[15] Acerca de la revista Estrategia, véase Di Renzo (2020).

[16] Acerca de la Doctrina Mahan, véase Reitzel (1983). Sobre la figura de Halford Mackinder, consultar Ó Tuathail (1992) y Cairo Carou (2012).

[17] Fue jefe de la Base Naval de Puerto Belgrano y estuvo a cargo de la dirección de la Escuela Antisubmarina en Mar del Plata. Se desempeñó como profesor y asesor en el Colegio Interamericano de Defensa en Washington, director de la Instrucción Naval y jefe de operaciones del Estado Mayor General de la Armada, entre otras funciones como docente y director de diversas instituciones asociadas a la Armada.

[18] La utilización de conceptos tales como “mutilación” o “cercenamiento” nos remite a la influencia de la vertiente geopolítica impulsada por Rudolf Kjellén. Al respecto, véase Holdar (1992).

[19] Sobre O’Higgins, se esgrime que “visionario para su país, tilda a Chile de la Gran Bretaña de Sudamérica, con proyección bioceánica sobre ambos océanos, pensamiento que los geopolíticos chilenos conservan a la fecha” (Fraga, 1979: 42).

 

 [20] Archivo de la Biblioteca Sede Cóndor, Fuerza Aérea Argentina, sin poder consultar los números 58, 82, 86, 94, 97, 99, 101, 109 y 118.

[21] Sobre un total de 246 artículos entre los números 57 y 121 de la Revista de la Escuela Superior de Guerra Aérea.

[22] Además hay otros nueve artículos escritos por civiles, pero son referencias de la profesión.

[23] Juan Carlos Puig (1928-1989) fue un reconocido abogado y diplomático argentino que destaca por una producción historiográfica que contribuyó a la construcción del campo específico de la Política Exterior argentina (Simonoff, 2012: 29).

[24] El coronel José Felipe Marini era reconocido como una de las principales figuras militares abocadas al estudio de la geopolítica y a la geoestrategia.

[25] El equilibrio del poder (balance of power) es un concepto ligado a la Teoría de las Relaciones Internacionales desde sus orígenes. También en el terreno práctico —la dirección de la política exterior— se puede hablar de la aplicación del equilibrio del poder. Al respecto, véase Barbé (1987).

[26] Archivo de la Biblioteca General Belgrano, Escuela Superior de Guerra, no habiendo podido consultar los ejemplares número 419, 420, 421 y 422.

[27] Sobre un total de 471 artículos, Cultura Nacional y “otros” completan la lista, con 24 y 91 publicaciones respectivamente.

[28] Dentro del listado sobresale la participación de los rangos de coronel (73 artículos), mayor (71 artículos), general de brigada (28 artículos), entre otros.

[29] Completan esta lista, con doce publicaciones, “otros” en los que no se encuadran debajo de las categorías seleccionadas o que no presentan nombre o pertenencia institucional de ningún tipo.

[30] Acerca del concepto de Potencia Regional véase Hoolbrad (1984).

[31] Ricardo Rojas (1882-1957) fue un político, historiador y poeta argentino. Parte de su producción intelectual estuvo ligada a la identidad nacional.

[32] Archivo de la Biblioteca General Belgrano, Escuela Superior de Guerra, no habiendo podido consultar los números 10, 11, 12, 23, 24 y 25.